Nadie sabe de lo que es capaz de hacer, hasta que trata de hacerlo (MARDEN)

lunes, 11 de enero de 2010

MOBBING: ¿UN NUEVO AZOTE A EMPRESARIOS?



El Mobbing o acoso moral en el ámbito laboral esta convirtiéndose a un ritmo vertiginoso y alarmante en la vedette de los reclamos laborales. Si bien aún no es demasiado abundante la doctrina y jurisprudencia sobre el tema, su nombre resuena cada vez con más frecuencia y con más fuerza en el ambiente judicial.-
El empresariado aún no ha tomado conciencia de lo que se viene en esta materia pero la cuestión es de suma importancia sobre todo en el desenvolvimiento de una PYME.
En qué consiste?
Si bien la definición es bastante amplia, podemos aproximarnos a la idea diciendo que es un proceso sistemático compuesto por un conjunto de acciones, actitudes o gestos tendientes o que tienen como resultado, deseado o no, el menoscabo psíquico y/o físico de un trabajador, afectando severamente su autoestima, su capacidad laboral, cercenando su creatividad y su libertad de expresión. Anulándolo. Dicho acoso puede provenir no sólo de sus superiores o empleadores sino también de sus pares.
Ese tipo de abuso puede ser originado por tantas causas como seres humanos hay en el mundo. Es cierto que es una práctica común del empresario para forzar la renuncia de sus empleados, pero no debemos limitarnos sólo a eso. También es muy común entre compañeros de trabajo, de la misma jerarquía, o incluso inferior. Hay mil razones, envidia, competencia, ambición, intolerancia o discriminación de cualquier tipo. A veces el acoso no es adrede o planeado, las bromas pesadas, inocentadas…colocan a la victima en una situación de mobbing.
Cualquiera sea el caso, sin importar quien haya sido el culpable, el que debería haberlo impedido y deberá indemnizar por haberlo sufrido es el empresario. Resulta justo que así sea porque es quien debe velar por las condiciones adecuadas del ambiente de trabajo donde sus empleados desarrollen sus tareas. Es obvio que si fue él quien lo generó al acoso, pague. Ahora lo conflictivo es cuando el acoso no viene como una línea institucional de maltrato o de política empresarial, sino que resulta algo interno entre empleados. Es a esa situación la que intentamos prevenir, deben existir canales de comunicación adecuados y eficientes entre superiores y subordinados, pautas claras acerca de lo que se espera de todos los grados de mando dentro de la empresa, funciones, obligaciones y derechos. Un código de convivencia que si bien no garantiza que el acoso no fuera a producirse, sí permitirá la detección a tiempo y corregir los excesos antes de que generen un daño mayor. No olvidemos que no se trata de un hecho aislado, el mobbing es un proceso que gradualmente va arrasando con la autoestima del empleado, minando su capacidad de trabajo.

Que se puede hacer?
Es fundamental que el empresario tenga un absoluto control de lo que sucede dentro del ámbito laboral, ello implica no sólo el conocimiento de lo que acontece sino también que cuente con los mecanismos adecuados para detectar las posibles situaciones que generen el reclamo y las herramientas legales para impedirlo o sancionarlo evitando así la reiteración que sustenta y agrava la figura del mobbing.
Un empresario debe contar con un adecuado Reglamento Interno, ajustado a derecho y redactado conforme al Convenio Colectivo correspondiente que le permita establecer claramente las obligaciones específicas a las que se deben comprometer sus empleados, la forma en que se pretende presten servicios, los medios adecuados de comunicación entre ellos y sus superiores, las sanciones disciplinarias para los incumplimientos, etc.-

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