Nadie sabe de lo que es capaz de hacer, hasta que trata de hacerlo (MARDEN)

lunes, 11 de enero de 2010

¿SE PUEDE DEFINIR LA FELICIDAD?



Es posible que existan tantas definiciones como realidades y personas...¿cual es la tuya?

Martin E.P. Seligman en "La auténtica felicidad" no se atreve, aunque sÍ nos da algunas pistas: La diferencia del placer y la asocia con bondad, que produce gratificación. No genera un torrente de emociones positivas, sino que consiste en un 'total engagement' y en esa absorción total que parece que se pare el tiempo. Confirma lo que ya todos sabíamos que el dinero no da la felicidad, pero sí el poder, hacer lo que queremos y sabemos hacer. Habla de optimismo como facilitador de la felicidad, y confirma que las personas optimistas viven hasta un 20% más de tiempo. Cuando somos capaces de usar nuestras habilidades y virtudes en lo que hacemos, nuestra vida tiene sentido, y una vida con sentido, que supera a la vida placentera y a la buena vida...eso si vale la pena!!


La felicidad en el trabajo consiste en propiciar ambientes de trabajo de confianza, de oportunidades, y de crecimiento personal y profesional. También podemos llamarle calidad de vida en el trabajo. Para ello ¿qué es necesario?

1. Conocer, conocer, y conocer. Un mando, un responsable de personas debe conocer al máximo las expectativas personales y profesionales de cada persona. Debe incluso conocerlos a todos personalmente. Sólo así podremos sacar lo máximo de esas personas y guiarlos eficazmente. Y hacer que esas personas se sientan que creen en ellas, que les están haciendo crecer dentro de la empresa. Se trata de conocer para iniciar el cambio.

2. Inspirar confianza. Los directivos, los mandos, deben confiar en sus colaboradores para motivarles, para guiarles, para decirles si hacen las cosas bien o mal (pero siempre desde el tacto, desde la pedagogía). Un comportamiento que inspira confianza es dejar hacer: no prohibir, no coartar. Cuando dices a una persona: tú puedes, eso da un poder enorme en la confianza de la otra persona. O le dices: oye, inténtalo, aunque sé que es difícil. O le dices: me ha sorprendido tu capacidad, creía en ti pero has superado mis expectativas. En esos momentos se empiezan a originar sinergias. Los mandos deben alentar el espíritu emprendedor entre sus colaboradores y considerar ese esfuerzo extra que en definitiva no es más que el compromiso. Sólo premiando a aquellos que más aportan se conseguirá aumentar la productividad. Pero también tienen que ser capaces de alentar a los 'funcionarios' que operan en muchas empresas, empleados que cumplen a rajatabla sus 'deberes' sin dar nada más.

3. Compromiso personal de integridad. Decir siempre la verdad. La integridad, la lealtad, cumplir lo que prometemos...todo eso es lo que inspira mayor confianza y compromiso. Las personas adoptamos referentes que son sobretodo en el área moral y eso es lo que genera la diferencia emocional entre empleado comprometido y el que no lo está.

La felicidad en el puesto de trabajo está estrechamente relacionada con la motivación, la responsabilidad y la autoestima. Los empleados tienen que dar un paso adelante y convertirse en trabajadores autónomos, emprendedores en su puesto. Sólo de esta manera se consigue la felicidad que es el motor de la iniciativa.

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